Hay un símbolo japonés que así como representa la negación también creo que es perfecto para representar a la sociedad occidental actual.
Me refiero al símbolo de los 3 monos.
Dicen que posiblemente represente el miedo absoluto ante una situación real de peligro.
Mizaru.
Negarse a escuchar maldades.
Dicen que posiblemente represente el miedo absoluto ante una situación real de peligro.
Mizaru.
Negarse a escuchar maldades.
Kikazaru.
Negarse a ver maldades.
Iwazaru
Negarse a decir maldades.
Estas son las primeras reacciones instintivas de una persona ante el peligro. Quizá ante un peligro que les supera.
A veces no es cómodo saber la verdad. La verdad es molesta.
Es molesto escuchar una realidad en la que a uno le llaman tonto. No oigo.
Es molesto ver una realidad en la que a uno le llaman tonto. No veo.
Y como ni oigo ni escucho es imposible que pueda hablar de aquello que desconozco.
Por lo tanto, casi que me sobra el último mono.
Y así me siento yo, el último mono. Sobre todo cuando, con ese paternalismo suicida que me caracteriza, intento abrir los ojos a alguien para que se informe de como funciona la película.
Sí, lo he comprobado, son los 3 monos. Que a lo mejor es verdad que son sabios. Sabio desde el desconocimiento absoluto, eso sí.
Y si ,como parece que apuntan algunos, la felicidad consiste en mentirse a uno mismo así debe ser.
No es que me resigne a ser infeliz, pero es un camino que no me convence nada.
Sí, lo he comprobado, es miedo a la verdad.
Esa verdad que se dirige como un torpedo a la línea de flotación de ese status que tanto esfuerzo cuesta conseguir y mantener. Ese status-quo en el que navegamos por un río de mentiras que nos encauzan por el curso adecuado sin sobresaltos, sin nada a lo que temer.
Duermeté niño, duermete ya, que viene el cuco y te llevará.
...y tú ¿que pastilla prefieres?