sábado, 25 de octubre de 2008
AISLADO
Isolate - Paradise Lost
Él, que como cada noche, escribía con ardor entusiasta uno de sus incendiarios artículos en el ordenador de la sala, no sabía que esa sería la última de sus acciones. Tan concentrado como estaba en despertar conciencias desde su hijo predilecto, su página “pelea.org”. Tan convencido de que aún era posible hacer algo contra lo que se había planeado tan bien y se nos venía encima. Era incapaz ni siquiera de imaginar que, precisamente en ese momento en el que se sentía tan seguro, en la intimidad de su hogar, desaparecería en el silencio de la noche como una sombra.
Últimamente se había convertido en una referencia a la que miraban intelectuales incluso moderados, en un icono alternativo, un visionario, y varias exitosas entrevistas en cadenas nacionales de televisión le habían catapultado a una fama que realmente no buscaba.
De todas formas no todo eran apoyos, y ya le habían llovido los primeros y peores ataques desde dentro:
“Lo malo no es que te estés metiendo en un lío para nada, lo malo es que nos estás metiendo a todos” – le había reprochado su mujer recientemente sin despegar la vista de “Corazones en abierto”, donde se despedazaba a otro famosillo en la televisión, una labor quirúrjica-observó él- de lo más edificante sin duda, tanto que deslegitimaba directamente la credibilidad de la crítica de su pareja.
Si en cualquier caso todo aquel maremagnum de proporciones inpredecibles servía a la causa que defendía, daba por buenas todas las incomodidades de esa pegajosa popularidad. Incluso el “tener que tragar” con algunas frivolidades de programas de televisión de máxima audiencia en prime time.
Todo por la causa. ¿Todo?
En realidad nadie le informó de que aquello podía pasar.
Él, un reputado periodista con trabajo fijo en una gran cadena de radio, en la que eso sí, había sido claramente marginado por sus inadecuados devaneos políticos. Pero un tío con un “curro” fijo en nada menos que una cadena del estado, casi nada. Así que ¿todo por la causa?
Hubiera sido mucho más fácil ser menos displicente y más condescendiente evitando meterse en aquellos jardines. Al fin y al cabo es lo que todo el mundo hacía, bien por miedo, o por puro egoísmo. Esas luchas eran para los parias, los marginales, y él no era nada de eso.
Pero no:
“a tí lo que te pasa es que eres un inconformista, y necesitas protestar por algo” – resonaba la voz de su esposa en su cabeza.
Claro, y quizá tuviera razón. Con un buen nivel de vida, una jubilación asegurada, e incluso la hipoteca del piso prácticamente pagada ¿para que preocuparse de la justicia, del hambre mundial, o de los problemas de los demás?
La razón que nos había empujado a esta situación, la razón de la sinrazón.
Algunos medios se habían hecho eco brevemente del extraño suceso:
“El periodista Alejandro Jimenez desaparece de su domicilio particular en extrañas ciscunstancias.
Mientras sus dos hijos y su mujer dormían, el conocido locutor que trabajaba desde hace años en Centro-Radio desapareció de madrugada sin dejar rastro. Aunque parece que la policía maneja varias hipótesis, la familia ha preferido no hacer declaraciones”
Nadie sabía nada, y nada hacía preveer que pasase algo así. Otro cisne negro más para las estadísticas. Se rumoreaban tantas cosas...pero ninguna era tan pesimista como la realidad.
Rapado, meado por perros, deambulando en una celda de 1,8 por 2,4 metros y con una bolsa de plástico en la cabeza y las manos atadas a la espalda es difícil ordenar las ideas en la cabeza. Pero sí, dentro de mi escasa lucidez, recuerdo que finalmente firmé lo que aquel hijo de puta con acento cubano me había puesto delante tras no se cuantas horas sin comer y otras tantas colgado y semiahogado. Son formalidades. Sí, la verdad es que ellos se ciñen a sus protocolos. Protocolo, siempre ha sido una palabra que me ha sonado mal, falsa, hipócrita, fría. Pero espero que el acelerar el maldito protocolo suponga el acabar con esto cuanto antes.
Aún no sé lo que he firmado. Tampoco sé si saldré vivo de esta, y lo peor de todo es que me temo que nadie sabrá que ha sido de mí. El mayor de mis miedos no es a la muerte o al dolor, es aún mayor el miedo a que me borren. A que mi nombre desaparezca con la impunidad más absoluta, y que nadie sepa nunca más que fue de mí. Un hecho aislado más.
...ha salido la luna, que bonita es...
(Im sent for eliminationTo where I cannot know, but Im lost without a chance in hellAnd Im lost with doubts I can avoid this come feel the fire burn Ill slowly drift awayA victim of the future my mind and soul decayedIsolateIm sent for eradicationBy whom I cannot know, but Im lost without a chance in hellIm the last one out I cant avoid thisExposed to fire but Ill burn another wayA victim of the future I embrace the tourniquetIsolateLead us all to pastures greenTo search and learnFrom ones I cannot beLead us all to harmonyTo search and learnThe one I cannot be)
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BREVES-RELATOS,
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